La traducción es un proceso complejo en el que el que no se trata de traducir palabra por palabra un texto de la lengua de origen al idioma de destino. Si así fuera, entonces se podrían hacer cargo de ello los ordenadores. Sin embargo, aunque es verdad que la traducción automática apoya considerablemente la labor del traductor, todavía no existen programas que ofrezcan traducciones de buena calidad. Por otra parte, el dominio tanto de la lengua materna como de la lengua extranjera de todos los niveles lingüísticos es un requisito previo importante para traducir, pero no es el único. Se necesitan habilidades que solo se dominan tras varios años de formación y práctica, que confieren al traductor la cualificación necesaria para reproducir contenido y mensaje del texto original íntegramente y con objetividad. A ello se añade que al traducir hay que tomar en consideración las características estilísticas, idiomáticas y culturales específicas de la lengua meta para que la traducción logre el mismo efecto en el lector que el original.
Dentro de este contexto ofrezco
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